LA INSTITUCIONALIZACIÓN

EL PROCESO DE INSTITUCIONALIZACIÓN

El concepto de Instituciones ha perdido mucha de la importancia y la fuerza que tenía en la sociología de la primera mitad del presente siglo y los textos modernos, publicados por primera vez en los últimos quince años, escasamente lo toman en cuenta. Sin embargo, es necesario incluirlo como un concepto relevante para los procesos sociales, porque en nuestro país todavía es un concepto en uso, principalmente, debido a que el proceso de modernización acelerada que esta viviendo nuestro país (con todo lo que ello implica) está llevando a los fenómenos sociales que usualmente llamamos instituciones, a un rápido proceso de cambios en su esencia o en su forma visible. Esto puede verse en los llamados al “respeto a las instituciones existentes”, “mantención de la institucionalidad vigente”, “reformulación institucional”, etc. que se lee a menudo en los medios de prensa. Por otro lado es un concepto que los estudiantes de la sociedad y la cultura van a encontrar en aquellos textos que, aunque de ediciones recientes, fueran escritos originalmente veinticinco, treinta, o más años atrás. Debido a ello, es necesario tener una nueva perspectiva de este popular concepto, tomando sus raíces conceptuales para ver cómo la sociología examina hoy estos mismos procesos.

Instituciones culturales versus instituciones sociales.

La íntima relación entre el concepto de cultura y el de instituciones se manifiesta por los valores y normas, acompañados de símbolos y lenguaje propios, presente en toda forma de institucionalización. En el fondo los comportamientos estandarizados que llamamos instituciones no son otra cosa que aspectos particulares, específicos, de la cultura de una sociedad, como sus valores tradicionales (el folklore), su forma de observancia religiosa, la forma en que organiza sus canales de expresiones altruistas y de relaciones sociales (como los Clubes Rotarios o de Leones, por ej.), formas de organizar sus expresiones deportivas, etc. etc. A ello hay que agregar que la satisfacción de necesidades fundamentales de la sociedad, da lugar a las instituciones fundamentales, como es el caso de la necesidad de defensa de la sociedad, que da lugar a las Fuerzas Armadas; la necesidad de seguridad y orden social, da lugar a los organismos policiales; la necesidad de salud, da lugar a los sistemas de salud; la necesidad de educación da lugar a su homóloga la institución de la educación formal, etc.
La razón por la que el dibujo anterior es igual al presentado en la primera página del texto se debe a que cultura y sociedad están hechos de instituciones, por eso la tremenda importancia que se le dio en las ciencias sociales de años recientes La diferencia entre las instituciones de la cultura y las instituciones de la sociedad se explica a partir de las diferencias esenciales de una y otra: mientras que las instituciones culturales están más bien llenas de significados simbólicos y no tienen los grandes aparatos burocráticos, estamentales y jerárquicos de la sociedad, las instituciones sociales son en sí mismas grandes organizaciones que reúnen justamente esas características de organización masiva presentes en toda sociedad: Salud, FF.AA, ferrocarriles, educación, policía, bomberos, etc., si bien nacen de una habitualización netamente cultural y por ello son también parte de nuestra cultura. 

Existencia virtual de las instituciones

Por otro lado, las instituciones tienen existencia virtual, es decir, existen solo en el momento en que son actuadas por los actores sociales. Por ello es que no debe confundirse a sus "recursos" (por ejemplo, los edificios y elementos materiales de una escuela, que están siempre presentes) con la institución misma, que es la práctica estructurada de enseñar a las nuevas generaciones. Esos recursos, como las instalaciones de la Universidad durante las vacaciones, solo expresan la latencia de la institución educativa. En este aspecto, hay que precisar que solemos confundir lo “virtual” de las instituciones con la permanencia de la necesidad de cubren. Por ejemplo, en la policía --que institucionaliza el acto de mantener el orden social-- el acto de poner o mantener el orden tiene existencia virtual (la policía existe solo en el momento en que alguien socialmente autorizado para hacerlo actúa como tal), pero la acción policial por su naturaleza debe ser permanente y pública, no puede suspenderse ni un instante, de lo contrario los malhechores contarían con tiempo a su disposición. Es permanencia pública de la acción policial, es decir, de la necesidad que cubren, es lo que le da la imagen aparente de no-virtual. Como este mismo fenómeno ocurre con numerosas organizaciones sociales, públicas y privadas, se crea la imagen de que las “instituciones” tienen una existencia permanente en el tiempo, contradiciendo -en apariencia-- lo que aquí se postula, es decir, que las instituciones tienen existencia virtual. 

Instituciones y conducta. 

Otro aspecto que es importante considerar se refiere a la forma en que las institucionalizaciones son capaces de grabarse en la mente de las personas para comprometer su conducta de manera que cumplan con el mandato institucionalizado o no. Al respeto, puede decirse que aquí encontramos una respuesta a una de las dos preguntas fundamentales de la Sociología: ¿Cómo se liga el individuo a la sociedad? . El individuo está ligado a la sociedad a través de la forma en que ajusta voluntariamente sus comportamientos a los valores, normas, reglas, preceptos o convencionalismos sociales. Es decir, en el grado de compromiso personal con que está dispuesto a conformarse a las normas institucionalizadas; teniendo presente que puede: no cumplirlas o ignorarlas por completo; respetar las institucionalizaciones a medias, o sentir que el cumplimiento de los preceptos de una institucionalización cultural son parte del ser mismo de uno, hasta jugarse la vida por ellos si fuera necesario; o sentir que la vida no vale nada por encontrarse incapaz de vivirla de acuerdo a las normas de vida institucionalizadas. Este es el aspecto que está presente en el célebre trabajo de E. Durkheim sobre el SUICIDIO y SOLIDARIDAD SOCIAL . Numerosos estudios nos muestra cómo los individuos se autodisciplinan para cumplir las normativas de las instituciones sociales. De manera a que es bien sabido que cuando una norma interiorizada el individuo tiende a valorar profundamente a la institución que esa norma junto a otras ponen en marcha. 

Instituciones y Estratos/clases sociales. 

El transcurso de la historia de un grupo humano, con su quehacer cotidiano para la satisfacción de sus necesidades, va creado las instituciones con que dicho grupo humano resuelve su existencia, así es como se convierte en un sistema social; parte de ese sistema está constituido por las "divisiones" y "sectorializaciones" en que el conjunto humano se agrupa, es lo que llamamos usualmente estratos sociales, siguiendo la tradición norteamericana, o clases sociales, siguiendo la tradición europea. De manera que dentro de un sistema social, las personas aprenden durante su socialización cuál es el "lugar" que les corresponde en la sociedad, de acuerdo a su posición de estatus, económica o de partido político si seguimos a Max Weber.

Las instituciones y la teoría de los Partidos y Movimientos sociales.

El conjunto de las Institucionalizaciones socioculturales (o instituciones, como son usualmente conocidas), establece el "orden Social" (cuya expresión legal es la "normatividad legal" de la que se habla mucho actualmente). En los tiempos modernos la creación, mantención y transformación del orden social se desarrolla a través de los Partidos políticos  y los Movimientos sociales. A su vez, ambos son instituciones de la sociedad. Los últimos son un producto social muy reciente y cortan transversalmente con las divisiones de clases, niveles de educación y religión. En Chile los movimientos sociales más conocidos son el movimiento por los derechos de la mujer, el movimiento indigenista y el movimiento ecologista o conservacionista. Sobre movimiento social en su sentido más actual, no hay bibliografía por el momento. 

Las instituciones y el estructural funcionalismo

Finalmente habría que agregar que la teoría de las instituciones fue central para la corriente sociológica llamada "funcional estructuralismo" popularizada por Talcott Parsons hasta fines de la década de los años 60, más conocida hoy día como "la teoría de la Acción". También la corriente fenomenológica, especialmente en Berger y Luckmann, le dan importancia. Por otro lado, entre las corrientes sociológicas que surgen con fuerza en los 70s y 80s se destaca la sociología sistémica (basada en las teorías de sistemas, entre otras) y entre ellas lo sociología propuesta por Nicklas Luhmann. "La teoría de Luhmann no hace depender la constitución de sistemas a la existencia de estructuras previas (necesidades básicas o derivadas, normas, valores, instituciones, etc.), sino que más bien observa e interpreta a estas últimas como consecuencia de la puesta en marcha y operación selectiva de los sistemas sociales", y, "Los elementos básicos de los sistemas sociales son,..., comunicaciones", que se constituyen en uno de los elementos centrales de la teoría de sistemas.





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